Hace dos meses Xóchitl Gálvez, a quien algunos medios denominaron como un ’fenómeno’ electoral, llegó a su punto máximo de preferencias con un 35%, a sólo 22 puntos de Claudia Sheinbaum, dando a algunos si no la esperanza de poder la vuelta en el 2024, por lo menos de competir dignamente. Hoy, la candidata de Claudio X. perdió ya 3 puntos de ese porcentaje.
El problema de que se desinflara tan pronto es que si de por sí la barrera de 30 puntos lucía como una tarea titánica, inalcanzable, el hecho de que su crecimiento dejara de ser constante revela que las cosas no han salido como querían en el búnker del PRIAN.
Y es que para julio de 2022, aún sin escoger a la figura de ’coordinación’, que en realidad se trata del candidato, el PRIAN contaba ya con un 29% en intención de votos mientras Morena ostentaba un 57%. Quince meses después de dicha medición, el PRIAN ganó 3 puntos y Morena 2, es decir, que la diferencia se redujo en sólo un punto que bien puede atribuirse a la salida no formalizada de Marcelo del partido guinda.
De hecho, cuando todos los factores que pudieron favorecer a Xóchitl sucedieron de forma simultánea, la candidata de Claudio X. alcanzó los 35 puntos, colocándose a sólo 22 de Sheinbaum. Dos meses después, la diferencia vuelve a ser de 27 y aún falta que se acomoden las preferencias cuando Movimiento Ciudadano se decida o por Samuel García o por Marcelo Ebrard, lo que restaría puntos al PRIAN.