El agregado de encuestas de Oraculus, mismo que ha sido el más confiable respecto a elecciones federales, muestra un fenómeno muy particular: mientras por alianzas la distancia que separa al primer y segundo lugar es de 20 puntos, la preferencia por candidatos los separa 29 puntos dado que dos de ellos suman a sus respectivas cusas mientras que otra en realidad resta.
La coalición Juntos Haremos Historia tiene un 58% de preferencia ciudadana según el agregado de encuestas si se les pregunta por qué bloque votaría la votación, lo cual son 20 puntos más que el Frente Amplio por México. Movimiento Ciudadano apenas cuenta con un 5% de intención.
Y aunque la gráfica anterior da un poco de aliento -que no esperanza- a la alianza de Claudio X., dado que ostenta una desventaja de apenas 20 puntos (otras agregadoras dan más de 30), es en los careos, los que determinan la votación que muy probablemente se dará, la que amplia la ventaja a 29 puntos.
En el caso de la puntera Claudia Sheinbaum por ejemplo, las preferencias por su coalición alcanzan el 58% de las preferencias, esto es, que ni todos sus competidores juntos podrían alcanzarlos. Además de ello, como candidata se anota un punto porcentual adicional, lo que amplía la brecha.
Para Samuel García los números que aporta como candidato son más relevantes si bien hasta el momento son insuficientes para abandonar el sótano. Mientras Movimiento Ciudadano por sí mismo tiene una intención del 5%, la presencia del regiomontano amplía su intención hasta 11%, es decir, que aporta más votos de los que su partido le da en un principio.
El caso que preocupa es el del proyecto de Claudio X. González. Porque el Frente Amplio por México tiene una preferencia del 38%, pero siendo su candidata Xóchitl Gálvez, las preferencias bajan al 30%, es decir, que pierden 8 puntos porcentuales.
La cuesta arriba de Xóchitl se debería a que siendo heterogéneos los simpatizantes del Frente, el discurso que ofrece un día, haciendo guiños a uno de los partidos, castiga a otro de los integrantes de la coalición, pero cuando quiere recomponer, perdería simpatizantes de otro de los partidos -lo que sucede principalmente con el PAN y el PRI, provocando que si llega a crecer en simpatías de un lado, los pierda del otro, lo que se suma a las pifias que como candidata ha cometido las últimas semanas.
