Las reservas internacionales del Banco de México alcanzaron un nuevo máximo histórico, desde que se tiene registro, siendo desde 1996, obteniendo 216 mil 903 millones de dólares al corte del 22 de marzo.
Los resultados de los saldos de activos de reserva marcan un nivel histórico para el acervo de dólares que ahorra el banco central.
El saldo de la reserva internacional supera el máximo alcanzado el 18 de marzo pasado, cuando llegó a 216,800 millones de dólares.
El especialista en política monetaria y catedrático emérito del ITESM, Raymundo Tenorio, ha explicado que las reservas del banco central indican al mercado que hay alta liquidez ante cualquier ataque especulativo contra el peso.
En la revisión más reciente del staff de expertos del Fondo Monetario Internacional (FMI) para México, reportada en noviembre pasado, explicaron que el nivel de reservas que tiene México permite que incluso en un escenario adverso, donde el banco central utilice el 30% de sus activos, tendría aún un nivel adecuado y cómodo de dólares para responder a más choques.
Los expertos del Fondo Monetario Internacional señalaron que "Banco de México mantiene una cómoda posición de reservas internacionales que supera el umbral de 100% de la métrica ARA (Assess Reserve Adequacy)’, cuando las reservas se ubicaban en 211,509 millones de dólares.
Este nivel histórico de reservas es el resultado de la acumulación que se ha presentado en 9 de las 12 semanas que lleva el año, según la información del banco central.
De acuerdo con la información contenida en el más reciente Estado de Cuentas del Banco de México, en las primeras 12 semanas reportadas del año, se completó una acumulación de reservas de 4,141 millones de dólares.
Este es el segundo año consecutivo que se reporta una acumulación de reservas al haber pasado 12 primeras semanas del ciclo.
Durante el 2023, al corte de la tercera semana de marzo, se reportó una acumulación de 3,375 millones de dólares. En el 2022 en cambio, se había presentado una desacumulación de 1,869 millones de dólares.Con información de EL ECONOMISTA
