El Banco de Desarrollo ha financiado la construcción de varias hidroeléctricas de diferentes tamaños en América Latina y también está financiando la electrificación de flotas de transporte en Bogotá, Montevideo, San José y Sao Paulo. CAF, el banco de desarrollo, tiene experiencia en el financiamiento de proyectos y está buscando oportunidades de cooperación con el gobierno de México.
Según el representante, el banco de desarrollo está experimentando un crecimiento anual de su cartera de entre 5 y 6 por ciento, y se espera una aprobación de 14.200 millones de dólares para toda América Latina para el año 2023.
’El banco se alinea con las prioridades de cada país y hemos visto las prioridades del país explicadas por el subsecretario de Hacienda y mencionó la taxonomía, que es una clasificación de qué proyectos son más importantes en términos de impactos y reducción de CO2’, expresó al finalizar la presentación del Reporte de Economía y Desarrollo (RED): Desafíos globales soluciones regionales América Latina y el Caribe frente a la crisis climática y de biodiversidad.
El presidente de CAF destacó la construcción de una cartera de proyectos con el gobierno de México, lo que significa el financiamiento dependerá de las solicitudes que se realicen. Actualmente, se tiene un marco de trabajo con Banobras para ofrecer financiamiento conjunto y se buscarán proyectos de infraestructura a nivel local, como en el Corredor Transístmico.
En este sentido, se ha presentado un plan para los proyectos del Corredor Transístmico, y se van identificando aquellos en los que el gobierno decide invertir. El representante de CAF también mencionó que América Latina y el Caribe enfrentan serios problemas de vulnerabilidad debido al cambio climático y la pérdida de biodiversidad, y México no es una excepción debido a su geografía y condiciones socioeconómicas.
En la actualidad, se reconoce la necesidad de implementar políticas de adaptación y mitigación a nivel local, estatal e internacional para hacer frente a los desafíos del cambio climático.
En México, en los últimos 20 años, se ha observado un aumento en el número de fenómenos climáticos extremos, pasando de 3.5 a 5.8 eventos por año en promedio.
Estos eventos han afectado a más de 557 mil personas en el país, siendo las tormentas y las inundaciones los más frecuentes. Según el informe de Economía y Desarrollo de América Latina y el Caribe, se espera una reducción en las precipitaciones, lo que implicará una mayor imprevisibilidad y tendrá un impacto negativo en el sector agropecuario.
El sector agropecuario en México se enfrenta a una exposición considerable al cambio climático. Un porcentaje significativo de las tierras agrícolas en el país está compuesto por explotaciones de menos de 2 hectáreas (ha), representando el 44 por ciento, y el 76 por ciento son de menos de 10 ha. Además, cerca del 73 por ciento del área de cultivo depende exclusivamente de la precipitación pluvial, lo que significa que son cultivos de secano o temporales.
La variabilidad en las precipitaciones y el incremento en la aridez plantean un problema especialmente grave para las explotaciones pequeñas y de temporales. Esto pone en riesgo la seguridad alimentaria y nutricional de los pequeños productores y, en particular, de aquellos que producen para el autoconsumo. Es implementar medidas de adaptación y apoyo para mitigar los impactos adversos del cambio climático en este sector y garantizar la sostenibilidad de la producción agrícola en México.
Según el estudio, en México las principales emisiones difieren de otras regiones de América Latina. El sector industrial representa el 31 por ciento de las emisiones, seguido por el sector de energía con el 25 por ciento y el sector de transporte con el 17 por ciento. El sector agropecuario contribuye con el 13 por ciento de las emisiones, seguido por el cambio en el uso del suelo con el 12 por ciento y las edificaciones con el 3 por ciento.
Es importante destacar que México es el segundo país con mayores emisiones de la región, representando aproximadamente el 17 por ciento del total de emisiones de América Latina y el Caribe en 2019. Sin embargo, el nivel de emisiones por habitante en México se encuentra por debajo del promedio mundial y regional.
Estos datos resaltan la importancia de implementar medidas para reducir las emisiones en los sectores identificados y promover una transición hacia una economía más sostenible y baja en carbono.FORBES
