Derivado del bloqueo de cuentas bancarias de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) por el aparente lavado de dinero, la Fundación Hidalguense presentó un amparo el 19 de junio ante una posible vinculación con el caso.
El trámite fue ingresado el pasado 19 de junio de 2020 en el Juzgado Cuarto de Distrito en el Estado de Hidalgo, con residencia en Pachuca y publicado el día de ayer en la lista de acuerdos del Consejo de la Judicatura Federal bajo el expediente 395/2020.
Según la información disponible en la página de Fundación Hidalguense la asociación civil busca ayudar a sectores sociales de escasos recursos a través de programas sociales con instituciones de gobierno de la entidad y federal.
"El propósito primordial de la Fundación Hidalguense A.C es promover el crecimiento de los sectores sociales menos favorecidos del Estado de Hidalgo, a través de programas que, con la participación y apoyo de los sectores educativo, empresarial y gubernamental, contribuyan al desarrollo social del Estado, implementando acciones tendientes a mejorar las condiciones de vida de los habitantes de las poblaciones y comunidades con necesidades apremiantes", así menciona la página.
La semana pasada la UIF informó que se tienen embargadas diferentes cuentas de la institución, sin llegar a incluir las no destinadas a recibir subsidios federales y estatales, porque la orden de congelamiento se emitió en el marco de la protección de los derechos de los trabajadores activos y jubilados de la universidad, así como de la comunidad estudiantil, porque se dejaron a salvo 214 cuentas bancarias en las que la UAEH recibe subsidio.
Tampoco afectan el pago de nómina de los trabajadores académicos y administrativos tanto activos como jubilados, así como pagos de colegiaturas, exámenes de admisión y demás servicios educativos.
La suspensión tampoco incluye cuentas con ingresos propios al igual que becas, en las que efectúa el pago a proveedores e impuestos federales y locales; además de dejar a salvo las cuentas ejes para la administración de fideicomisos de personal académico y administrativo de los jubilados, así como todas aquellas necesarias para el funcionamiento y operación normal de la universidad. Marcos Muedano | LA SILLA ROTA