Epístolas Surianas

(Carta a Don Héctor)

(Carta a Don Héctor)
Periodismo
Junio 04, 2020 20:49 hrs.
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De Julio Ayala Carlos › guerrerohabla.com

A PARTIR DEL 15 DE JUNIO PRÓXIMO, EN GUERRERO se retomarán las actividades cotidianas, de menor a mayor, aún en medio de la pandemia, en lo que se ha denominado la nueva normalidad, que no es otra cosa que vivir con el coronavirus, atendiendo, ahora sí, las recomendaciones para evitar el contagio mediante la sana distancia.

Es indiscutible que ya nada será igual, pues lo que antes era una práctica normal o cotidiana, dejará de serlo y quizá hasta desaparezca. El saludo, por ejemplo, ya no será de beso en la mejilla, de apretón de manos, o de abrazos. Lo que antes era no muy común, como el saludo a distancia, hoy será la norma, con el fin de evitar el contacto directo, y el contagio del nuevo coronavirus, el Covid-19.

Tiene pues razón el secretario de Desarrollo Social del Gobierno del Estado, Mario Moreno Arcos, quien señala que habrá de adaptarse a la nueva realidad, tras o con el coronavirus, y más aún, hacer de la solidaridad humana una nueva forma de vida. Quien lo entienda, y lo logre, seguramente será una vida de éxito, con nuevos moldes y haciendo del pasado una referencia para vivir mejor.

En efecto, sólo quien entienda los nuevos tiempos, la nueva realidad, o normalidad, podrá tener éxito, por supuesto, retomando los principios universales como el respeto a la vida, a la dignidad humana, a las diferencias, el amor al prójimo, así como el derecho a una vida mejor, a la salud, a la educación, a la alimentación, y a la seguridad pública.

Hay que decirlo. A partir de la nueva realidad, es imposible, y hasta anacrónico, vivir y convivir con las viejas reglas, e incluso, con las mismas leyes de convivencia. Se requiere, y se requerirá, de un nuevo andamiaje de normas adaptadas a los nuevos tiempos, sin dejar de lado lo que ha funcionado. En consecuencia, se requiere, desde ya, de políticos visionarios que entiendan la nueva normalidad que en el caso del estado, requieren los guerrerenses.

Es paradójico. Mientras en Guerrero, y en gran parte del país hay gobernadores visionarios, en la Presidencia de la República hay un gobierno que mira, y se conduce con recetas del pasado, bajo la creencia de que todo pasado fue mejor. Sin duda así lo fue para esa generación, pero no se puede ni se debe imponer lo que ya fue para vivir el presente ni menos para construir el futuro. El pasado, hay que decirlo, debe ser referencia, el presente construcción, y el futuro esperanza de lo que debe ser.

Ciertamente no siempre el pasado fue mejor, como tampoco el presente es lo peor. Sin duda hay que rescatar lo bueno de los tiempos idos para adecuarlos al presente con miras hacia el futuro, a partir de la nueva circunstancia como consecuencia de la pandemia del coronavirus.

Mario Moreno Arcos, hay que decirlo, es de los pocos, hasta hoy, que así lo ha entendido. Es decir, adaptarse a la nueva realidad y hacer de la solidaridad humana, una forma de vida. Precisamente eso es lo que requiere el estado, y es también, el sello que deben tener las nuevas autoridades de Guerrero.
Por cierto, en septiembre próximo inicia en Guerrero el proceso electoral para elegir a sus nuevas autoridades, es decir, gobernador del estado, diputados locales y 81 ayuntamientos municipales. Es difícil comprender que los candidatos a los diversos cargos de elección popular sean, como la mayoría de las veces, gente sin escrúpulos, bandidos, oportunistas y analfabetas funcionales. Ojalá y se entienda que la entidad requiere de ciudadanos honestos, responsables, comprometidos con el pueblo y solidarios. Y lo que es mejor, que entiendan la nueva realidad existente. Y lo que es mejor, con ética.

Los viejos políticos, los corruptos, los cuatreros, los irresponsables y ocurrentes, ciertamente, ya no deben ser candidatos. De lo contrario, significaría que simplemente no entendimos nada, como señala José Saramago en su Evangelio según Jesucristo.

Sin duda, no será de un día para otro tener políticos probos, honrados, honestos, responsables, sensible y humanos que entiendan la política como una vida de servicio, de ayudar a los demás, y de amor al prójimo. No será fácil, pero es posible. Aún en estos tiempos hay gente honesta, que desde su condición social y su lugar dentro de la estructura de gobierno trabaja en favor de otros. Mario Moreno, es uno de ellos.

En fin. Lo que digo es que la política no debe perder su esencia. Si su objetivo es el bien común, el bien social sobre la individualidad, solo es posible con ética, con principios y valores, por sobre la mezquindad, el egoísmo y la avaricia.

Cierto. Necesitamos políticos que se vean en el espejo, como en un principio…

Ojalá y se entienda. De lo contrario, de nada habrá servido la pandemia.

Comentarios: julio651220@hotmail.com

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